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En las tribunas y la pista atlética todavía quedaban pedazos de papel rojo y azul que iban de un lado a otro movidos por el viento. También, escudos pequeños del DIM decorados con cinco estrellas que los hinchas fabricaron para la fiesta del miércoles y que, para su infortunio, aguó el América con el gol de Víctor Cortés.
Allí, al Atanasio Girardot, regresaron ayer los jugadores del Medellín en horas de la tarde con el fin de realizar la práctica de recuperación, luego de compartir en el día con sus familias por determinación del cuerpo técnico. Después quedaron concentrados una vez más de cara a los restantes 90 minutos de la final de la Copa Mustang II, previstos para este domingo en Cali.
Mientras los titulares cumplieron un trote suave, hicieron ejercicios, estiramientos y juegos recreativos, los suplentes fueron sometidos a un exigente entrenamiento de fútbol bajo la mirada de la dupla Sachi Escobar-Leonel Álvarez.
A todos los sorprendió la noche, en medio de un ambiente optimista, a pesar de la derrota de la víspera frente a un rival que a muchos de ellos decepcionó por su propuesta tacaña y conservadora que trajo, pero que le dio gran resultado.
Y como había sucedido en los días anteriores a la final, varios aficionados arribaron al Atanasio Girardot a tomarse fotos con los ídolos, a pedirles que estamparan sus autógrafos en sus camisetas y, de paso, a darles ánimos para la revancha frente a los diablos rojos.
Las que más gozaron fueron las niñas de las Escuelas Populares de Manrique, que a manera de broma ofrecían sus servicios gratuitos como masajistas de Ómar Pérez mientras éste era atendido por los fisioterapeutas del club. Y hasta le pedían el "sobraíto" de Gatorade a un Jámmel Ramos sonrojado y sin saber qué responder.
Con la fe intacta
Para despejar dudas del estado de ánimo del equipo, la puntada la dio el asistente Leonel Álvarez quien, sonriente, les pidió a periodistas no estar tristes y cambiar el semblante porque "la final apenas va en la mitad".
Esas palabras, provenientes de un veterano de mil batallas, también contagiaron a los muchachos del Medellín que, aunque "dolidos" como dijo el arquero Bobadilla, lucen renovados y dispuestos a darle vuelta al resultado en el Pascual Guerrero.
Para muestra, el entusiasmo y la amabilidad del meta paraguayo que en pareja con su inseparable Daniel Sanabria disputaba un partido de voleifútbol frente al duelo Ómar Pérez-Juan Guillermo Cuadrado, utilizando como "red" el soporte metálico de las vallas publicitarias.
Los resultados del trabajo de motivación que inició Sachi Escobar desde el mismo pitazo final el miércoles se reflejan también en respuestas como la del argentino Ómar Pérez, quien señala que "restan 90 minutos y nosotros convirtiendo un gol empatamos la serie y marcando dos alcanzamos la gloria, así que no puede haber mejor motivación y así pensamos todos".
Para este creativo, el primer tiempo del DIM ante América fue el mejor de todo el semestre y por eso tratarán de repetirlo, pero agregándole mejor definición.
Bobadilla, al destacar que los aplausos que recibieron de la tribuna cuando iban al camerino tras el duelo con América, fue un gesto gratificante que los empuja a dar lo mejor y a terminar con decoro, ojalá en lo más alto del podio, una campaña turbulenta.
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